A veces los días se tornan generosos, a veces como las personas son huraños y esquivos, el día de hoy ha sido de carácter cansado y semblante enjuto.
Digo esto no para separar estos días de los otros sino para constatar cómo los signos nos traducen en forma de días y cómo nosotros cambiamos para que el día cambie, a veces en los días felices un descubrimiento nos hace más fáciles más transparentes y con ello todo parece mostrársenos diáfano.
Celebro de los últimos días el reencuentro de Klee con Vermeer, semejantes señores debieron permanecer siempre vecinos, para facilitarnos las cosas, y para descubrir que toda verdad se revela con su carácter huidizo y cambiante, y que jamás la belleza describe, sólo te ilumina y se transforma.
Y todo a propósito de un libro “thinking eye” de Paul Klee y de una visión: el rostro de la luz o el tacto sensitivo que materializa la luz en un objeto precioso.
1 ¿ Quién inventó la cronología y la hizo historia del arte?